A nivel
mundial, en el siglo XX es cuando se muestra un avance más acelerado en
cuestión de tecnología, no sólo referente a comunicaciones y transportes, sino
en cuanto a aparatos electrodomésticos y cualquier "invento" que
pueda facilitar la vida diaria, trátese de aparatos o de alimentos procesados.
Actualmente, y a nivel internacional, la cocina
mexicana compite con la francesa y la italiana en cuanto a refinamiento, y con
la española en cuanto a su abundancia y sabores fuertes.
A
principios de siglo aparecieron aparatos y utensilios como: cafeteras, estufas,
sartenes, planchas, y refrigeradores de la marca General Electric, y los
refractarios de Pyrex. La abundancia de los aparatos domésticos
dieron lugar a que las cocinas se estrecharan.
La comida del mexicano en
pleno siglo xx era muy variada, pero puede unificarse en torno
a dos elementos muy presentes: el chile y el maíz. Otros elementos a menudo
empleados son la cebolla, el ajo, el jitomate, el tomatillo, el limón, los
frijoles, el arroz, la carne de res o de puerco, el pollo, el guajolote, las
grasas vegetales o animales, verduras para acompañar (calabaza, nopal,
aguacate, repollo, rábano), y muchas especias.
Entre las gastronomías
extranjeras, una de las más recurridas es la española. Los embutidos como el
chorizo o la longaniza es un elemento muy recurrido en la comida mexicana.
También es común en las ciudades la preparación de paella, fabada o tortilla española.
Los tacos, tamales y tortas
fueron a lo largo del siglo XX los alimentos de mayor demanda que se pueden
consumir en la calle. Los tamales forman parte de la gastronomía de casi todo
el territorio nacional en sus diferentes estilos y presentaciones.
Las hortalizas que más se cosumían eran al
igual que hoy: jitomate, cebolla, chile, zanahoria, calabacita, lechuga,
tomate, ajo y papa. Las frutas preferidas son la naranja, papaya, aguacate,
melón, limón, piña, sandía, mango y plátano.
Actualmente, y a nivel internacional, la cocina
mexicana compite con la francesa y la italiana en cuanto a refinamiento, y con
la española en cuanto a su abundancia y sabores fuertes.
|
La comida del mexicano en pleno siglo xx era muy variada, pero puede unificarse en torno a dos elementos muy presentes: el chile y el maíz. Otros elementos a menudo empleados son la cebolla, el ajo, el jitomate, el tomatillo, el limón, los frijoles, el arroz, la carne de res o de puerco, el pollo, el guajolote, las grasas vegetales o animales, verduras para acompañar (calabaza, nopal, aguacate, repollo, rábano), y muchas especias.
Entre las gastronomías extranjeras, una de las más recurridas es la española. Los embutidos como el chorizo o la longaniza es un elemento muy recurrido en la comida mexicana. También es común en las ciudades la preparación de paella, fabada o tortilla española.
Los tacos, tamales y tortas fueron a lo largo del siglo XX los alimentos de mayor demanda que se pueden consumir en la calle. Los tamales forman parte de la gastronomía de casi todo el territorio nacional en sus diferentes estilos y presentaciones.
Las hortalizas que más se cosumían eran al igual que hoy: jitomate, cebolla, chile, zanahoria, calabacita, lechuga, tomate, ajo y papa. Las frutas preferidas son la naranja, papaya, aguacate, melón, limón, piña, sandía, mango y plátano.
A partir de los 50 empezaron
a inmigrar personas de toda la República y por eso
se dió un
intercambio de hábitos alimenticios. Así aumentaron
los puestos de tacos de guisado, carnitas,
barbacoa, carne asada, suadero y birria, desde entonces se vende en comercio
ambulante los tacos de canasta, en restaurantes especializados tacos al pastor
que se encuentran en todos lados y los puestos semifijos de barbacoa y carnitas
ubicados afuera del metro, en mercados, plazas, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario